Primera llamada con un inversionista de VC

Una de las partes más importantes de mi rol como Analista en Caricaco Ventures es tener esa primera reunión con fundadores que están buscando levantar capital. Estas conversaciones pueden sentirse como un momento decisivo, casi como una entrevista final. Pero no tienen por qué ser así.

En este artículo quiero desmitificar la primera llamada con un inversionista de VC y darles herramientas prácticas para aprovechar al máximo esa primera interacción: cómo prepararte, qué espera realmente un inversionista y cómo sacarle el mayor provecho a la conversación.

Porque hay algo que nunca me canso de repetir: una primera llamada no debería ser el típico pitch que conocemos, estilo Shark Tank. Sino que debería ser una conversación, donde las personas se conozcan y conecten. Es el inicio de una relación, y como toda relación, se construye con intención.

Antes de la llamada: hacé tu tarea

Investigá bien al inversionista (FIT)

Prepararte antes de una reunión transmite mucho sobre vos como founder. Si entendés bien qué tipo de inversionista es, en qué etapa invierte, y qué empresas tiene en su portafolio, le estás diciendo que valorás su tiempo… y también el tuyo. Es importantísimo conocer su tesis de inversión, esto va a construir las bases de una buena relación y va a definir si realmente son el fit correcto.

En Caricaco Ventures invertimos en startups que tengan al menos un fundador centroamericano, que cuenten con una base tecnológica y que ya tengan un MVP y cierta tracción. Aun así, recibimos decenas de aplicaciones que no cumplen con los pilares de nuestra tesis, aplicaciones de emprendedores que no se tomaron el tiempo para ingresar a nuestra página web y leer un poco acerca de nosotros. Esto demuestra desinterés.

Es vital cuestionarse el fit, a final de cuentas un inversionista se termina convirtiendo en un socio. Hacete estas preguntas: ¿Invierte en tu modelo de negocio? ¿En tu región? ¿En qué etapa suele invertir? ¿Qué tipo de inversión realizan? ¿Hace cuánto hicieron su última inversión? No todos los inversionistas están activos en todo momento. Hacer este tipo de “due diligence” demuestra compromiso.

Si ni siquiera sabés que busca el inversionista, ¿Cómo vas a convencerlo de que vos sos la oportunidad que buscaban?

Compartí contexto antes de la llamada

Una gran práctica es enviar el pitch deck antes de la reunión. Esto ayuda a que el inversionista llegue con algo de contexto y la conversación sea más natural y se sienta menos como un monólogo.

Si tenés algún otro material que complemente el deck, incluilo. Todo lo que ayude a alinear expectativas y a facilitar una conversación es bueno.

Durante la llamada

El objetivo de la primera reunión es conseguir una segunda reunión.

Una primera llamada rara vez cierra una inversión. Pero sí puede abrir la puerta, plantar una semilla. Lo que buscás es provocar interés, despertar curiosidad, y lograr que la persona que te escucha se convierta en tu “champion”. Porque —partner, asociado o analista— quien te toma la primera llamada será quien tenga que abogar por vos dentro del equipo.

Si lográs transmitirle a esa persona tu pasión y compromiso por el problema, diste el paso más importante.

Contá tu historia, no solo la de tu producto.

En etapa temprana, me atrevo a decir que el equipo es el factor más importante. No estamos invirtiendo en tu producto, sino en las personas detrás del mismo. Queremos conocerte, entender por qué vos sos la persona indicada para resolver ese problema. ¿Qué te motiva? ¿Qué te conecta con lo que estás construyendo? Qué te trajo hasta acá.

Mostrá convicción, pero también apertura. 

Un producto en acción aporta más que solo una presentación. 

Si podés, mostrá el producto en vivo. Un demo corto tiene más impacto que 20 slides. Ver el producto en acción permite entender de inmediato qué tan real es lo que están construyendo. Y por qué vale la pena. 

No hace falta tener todas las respuestas… pero sí transparencia.

La primera reunión no requiere de respuestas perfectas. Lo que sí esperamos es que conozcás tus números clave y hables con honestidad sobre tus retos. No es necesario mostrar un modelo financiero completo; Lo importante es que identifiqués las métricas que realmente definen tu negocio. La transparencia genera confianza.

Sé claro con tu “ask”

Es fundamental cerrar la reunión con el “ask”. ¿Cuánto capital estás levantando? ¿Para qué? ¿Qué tipo de inversionista buscás? ¿Qué otras conversaciones estás teniendo? Incluso si no estás en ronda activa, decilo.

La reunión no puede terminar sin que el inversionista sepa si realmente estas buscando inversión. 

Un buen “ask” es un buen cierre: sé directo.

Después de la llamada

Dale al inversionista lo que necesita para defender tu caso: materiales claros, seguimiento puntual.

Y si el inversionista decide no continuar con el proceso, igual podés ganar. Muchos inversionistas se convierten en aliados, hacen intros valiosas o te dan feedback que ayuda a fortalecer tu próxima primera llamada. 

En nuestro caso, tenemos inversiones que hemos hecho hasta más de un año después de la primera reunión. Es vital no cerrar ninguna puerta. 

Un “no” hoy puede ser el inicio de algo mañana.

Cierre

Una primera llamada con un VC puede marcar el inicio de una gran relación, o quedarse en solo una conversación más. La diferencia la hace qué tan preparado llegás, qué tan clara es tu visión y qué tan genuina es tu historia. 

La primera llamada es el punto de partida, no la meta. Lo que hagás antes, durante y después de esa conversación puede cambiar por completo la ecuación. Las inversiones no nacen de un pitch perfecto, nacen de una conexión real.  

No hay una fórmula perfecta para levantar capital. Pero si hay una forma clara de plantar esa semilla: mostrá que sos un founder con visión, convicción y la capacidad de ejecución para construir algo grande en equipo.  

Mi consejo: no tratés de impresionar. Tratá de conectar.