Sobre la Costa Rica Tech Week

Por primera vez, voces clave del ecosistema tecnológico costarricense se reunieron bajo un mismo techo. Fundadores, inversionistas, builders, talento joven, medios, desarrolladores y corporaciones coincidieron en San José para celebrar la primera edición de una semana histórica: la Costa Rica Tech Week.

Esta semana conversamos con Nelson Irías y Pilar Sánchez, los organizadores principales, para que nos compartieran todos los insights de lo que esta semana dejó.

El nacimiento de la Costa Rica Tech Week

Después de haber colaborado y participado de la Mexico Tech Week y la Colombia Tech Week, Nelson, con más de 14 años de experiencia en ecosistemas, obtuvo el “know how” perfecto para adaptar y ejecutar la iniciativa aquí en el país, pero le faltaban aliados.

Por su parte, Pilar, Co-Founder y COO de Avify, una de las startups de nuestro portafolio nos cuenta que: “la iniciativa surgió a partir de un encuentro de líderes del ecosistema que tuvimos en enero, donde Nelson nos propuso llevar el movimiento a Costa Rica. Pedro Gutiérrez, uno de mis socios y yo veníamos ya haciendo movimiento de unos años para acá en la comunidad de startups en Costa Rica, y después de poder asistir a otras Tech Weeks nos movían también las ganas de traer todo eso a nuestro ecosistema.”

Nelson también nos indicó que, asistir a nuestro evento, el Caricaco Summit, el cual busca precisamente la conexión de actores en el sistema para fortalecer el ecosistema regional, le permitió atar los últimos nudos y conectar con el resto de las personas que harían posible lo que hoy conocemos como la Costa Rica Tech Week.

¿En qué consistió la semana?

Del 21 al 26 de julio, más de 30 actividades: descentralizadas, colaborativas y abiertas pusieron a Costa Rica en el centro del radar regional. Organizada en tan solo 4 meses, la CRTW nació como una iniciativa ciudadana que invitó a todos los actores del ecosistema a organizar algo: una charla, un pitch, una cena, una ronda de café. Pilar dice que: “muchísimas personas se animaron a organizar eventos, aunque no entendían mucho de la dinámica, la proactividad y las ganas de querer ser parte se notaban.”

Durante seis días, pasaron cosas como:

  • Un webinar sobre accesibilidad digital, sobre cómo hacer la tecnología más inclusiva desde el diseño web.
  • Un evento de empoderamiento femenino en el Parque de la Paz, donde decenas de mujeres fundadoras y líderes compartieron experiencias, retos y aprendizajes.
  • Una sesión de agrotech en el IICA, enfocada en cómo el análisis de datos puede transformar decisiones agrícolas en Centroamérica.

Todo ocurría al mismo tiempo, en distintos puntos de la GAM, no había un solo venue, ni un solo dueño del evento, sino que había una red. Específicamente, hubo una gran presencia de mujeres founders, emprendedoras o aliadas de la comunidad. En total, +1500 personas participaron de una o varias de las actividades y hubo un alcance de +200,000 a través de redes sociales.

¿Qué hicimos desde Caricaco Ventures?

Nos sumamos desde el inicio como aliados estratégicos, convencidos de que espacios como este son clave para catalizar lo que viene.

Nuestro Lead de Comunidad y Líder de la Academia, Juan Muñoz, brindó el workshop “Vibe Founding: Uso de AI en etapas de ideación y validación”, con insights que podés acceder aquí (Parte 1) y aquí (Parte 2). Consistió en un taller práctico sobre problem solving para futuros founders, cómo definir problem statements, idear y prototipar. Todo apoyado por herramientas de AI para potenciar el trabajo. Tuvo sede en nuestra oficina, la cuál siempre está abierta para llevar a cabo eventos y sesiones junto con aliados del ecosistema.

Por su parte, nuestro gerente de inversiones, Rodrigo Villalta, organizó la Mejenga Startups CR, combinando actividad física con networking entre los futuros líderes de las soluciones tecnológicas de la región.

A nivel general, nos involucramos de cerca con la comunidad organizadora para asegurarnos de que esta primera edición no se quedara solo en hype, sino que sentara las bases para algo sostenido en el tiempo.

¿Por qué creemos que todo esto importa?

El nacimiento y éxito de iniciativas como la CRTW no son hitos aislados y desarticulados en la historia del emprendimiento en Costa Rica, sino que son ejemplos del momento importante de inflexión que está atravesando la región en general.

Antes de este momento, hemos estado cara a cara con un gran problema: falta de articulación y conexión entre los diferentes actores. ¿Qué pasa en una sociedad cuando no hay jóvenes con las habilidades ni la motivación para emprender? ¿Qué pasa cuando el talento no encuentra el capital necesario para ejecutar las ideas? ¿Qué pasa cuando los inversionistas deciden invertir en otras regiones por la concepción de que no hay iniciativas valiosas en la región?

Todo esto lleva a: founders que experimentan una gran soledad, una alta tasa de mortalidad de proyectos, un retraso en el avance tecnológico y por ende, un estancamiento del desarrollo de los países centroamericanos a comparación del resto del mundo.

Esta clase de iniciativas demuestran que el país y la región en general tiene la capacidad de crear eventos a gran escala, gracias a que hay bastantes actores en el juego de startups, tecnología y venture capital. Esto muestra que el potencial está ahí, es solo de sacarle el jugo. 

Y como lo dijo Nelson:

“El ecosistema necesita espacios y los creamos entre todos los actores, porque el país los necesita. Esto es colaborativo, es toda Costa Rica por el país. La gente se reúne, y cuando eso pasa, se validan ideas, se fomenta la innovación y se generan conexiones reales. Realmente no son eventos, son espacios: plataformas para tomar decisiones, construir las bases del futuro y formar a las nuevas generaciones para que quieran ser emprendedores, aprendiendo a través de los role models.”

En esta misma línea, Pilar lo resume así:

“Costa Rica es un hub sumamente vibrante, solo debemos creérnosla más. Estas iniciativas no solo visibilizan lo que ya se está haciendo, también lo impulsan. Abren puertas para conectar con inversionistas de forma auténtica, y sobre todo, consolidan comunidad. Emprender puede ser un camino solitario, y estos encuentros nos alinean con otras personas que están en la misma lucha. Nos recuerdan que no estamos solos ni solas.”

No tenemos que esperar a que nadie “de afuera” venga y haga el trabajo difícil por nosotros, tal y como lo hicieron Nelson y Pilar en esta ocasión, somos nosotros los que podemos construir la plataforma que más adelante nos lanzará en la esfera global.

Nuestro granito de arena

Desde la mirada de Caricaco Ventures, como inversionistas de venture capital, esta semana deja una lección clara: cuando las comunidades se organizan desde lo local, lo auténtico y lo colectivo, el valor se multiplica, o sea, el dealflow mejora, el talento se activa, los inversionistas se acercan y los ciclos se aceleran.

Este fue solo el primer paso, hay que mantener el momentum, continuando no solo con la planificación de actividades, sino con la creación constante de espacios de encuentro y construcción conjunta.

Es por esto que, siendo la red de founders centroamericanos más grande de todo el mundo, todos los años organizamos el Caricaco Summit, reuniendo a inversionistas, founders y aliados bajo un solo techo. Si el CRTW fue consolidado durante este evento, imaginá lo que vos podés crear en conjunto también. Te invitamos a estar atento(a) a nuestras redes sociales para no perderse la convocatoria para la tercera edición, más grande y cálida que nunca, en marzo 2026.


Cápsula Caricaco Ventures: el ecosistema emprendedor también se construye desde la juventud

Por otro lado, también les queremos contar sobre: Narú Emprende. Es una iniciativa liderada por Federico Chacón, el presidente del club de emprendimiento del Colegio Lincoln. Se trata de un curso intensivo de emprendimiento diseñado para estudiantes de colegios públicos en Costa Rica. A lo largo de siete días, jóvenes se sumergen en una experiencia de aprendizaje única, desarrollando proyectos reales con impacto local y visión global.

¿Cómo funciona?

Los estudiantes construyen un emprendimiento desde cero: desde la idea, pasando por el prototipado, hasta llegar al pitch final, que presentarán ante un jurado. A lo largo del proceso reciben mentoría constante y charlas de conferencistas invitados de alto nivel.

Cada estudiante aplica lo aprendido en las clases en el desarrollo de un proyecto final de emprendimiento, trabajando en equipo para resolver desafíos reales de su comunidad.

La experiencia busca impulsar habilidades para la vida y promueve la creación de soluciones tangibles desde el entorno local, con el potencial de escalar e impactar positivamente a nivel país, regional o incluso global.

Día de cierre donde 38 estudiantes del Colegio Técnico Profesional Surí completaron su formación.